(JOSÉ ANDRÉS DULCE)

Hace bastantes meses llegó a la redacción de la revista Nickel Odeon el texto de este volumen sobre DREYER. Procediá de Tenerife y el monbre del autor nos era desconocido en la relativamente corta nómina de personas que escriben cine en España, cosa sorprendente por el empeño monumental en que se había embarcado.

No sabíamos que en esta isla viviese un conocedor tan profundo del cineasta danés, uno de los más admirados y seguidos por nosotros. Nada más leer un par de capítulos incorporamos a José Andrés Dulce a nuestro apasionado y febríl nímero ocho (1997) dedicado a dos obras capitales del cine sonoro, ordet y Vértigo.

Por una especie de adulterio paisajístico, Canarias es para mí -nacido en Madrid- el otro, el verdadero amor, y durante 25 años ha sido mi patria de adopción, donde figuraba mi residencia, donde entregaba mi boto en uno de los lugares del mundo donde mejor me he sentido y donde hubiera querido vivir siempre, la isla de la Palma.

Comentario: (JUAN COBOS)